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Diferentes tipos
de cáncer

CERVICO-UTERINO

FACTORES DE RIESGO

Empezaron su vida sexual muy jóvenes.

Tienen más de una pareja sexual.

Padecen infecciones ginecológicas frecuentes.

Tienen más de 4 embarazos.

Tiene antecedentes de virus de papiloma humano.

No se han practicado el Papanicolaou.

DETECCIÓN

A través de la prueba del Papanicolaou, examen sencillo que dura solo unos minutos. Se practica anualmente a mujeres que ya iniciaron su vida sexual o a partir de los 25 años.

PREVENCIÓN

Iniciar su actividad sexual después de los 20.

Tener solo dos o tres hijos y una sola pareja.

Acudir al médico cada año a realizarse el examen del Papanicolaou de inmediato ante cualquier molestia.

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TESTICULAR

FACTORES DE RIESGO

A hombre en cualquier edad. Especialmente si:

Padeció paperas.

Tabaquismo de la madre durante el embarazo.

Sufrió un golpe directamente en la zona.

DETECCIÓN

Si usted observa alteraciones como crecimiento anormal o aumento de peso en uno de los dos testículos, así como la presencia de pequeña protuberancia del tamaño de una semilla de consistencia dura, acuda de inmediato a su médico.

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PULMÓN

El cáncer pulmonar se divide en dos categorías: cáncer pulmonar de células pequeñas y cáncer pulmonar de células no pequeñas. Estos dos tipos se comportan de forma diferente, por consiguiente, se evalúan y tratan de modos distintos.

FACTORES DE RIESGO

El noventa por ciento de los cánceres de pulmón están relacionados con el tabaquismo. La exposición a la contaminación, a la radiación y a químicos industriales como el arsénico, níquel, cromo y asbesto incrementa el riesgo de cáncer en el pulmón.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

El cáncer de pulmón se puede observar como una masa o un tumor en una radiografía de tórax en un paciente que no tenga síntomas, pero la mayoría de los pacientes presentan síntomas cuando se les diagnostica. Los síntomas puede incluir a una nueva tos, cambios en una tos ya existente, sangrado al toser, neumonía, dolor en la costilla o en el hombro, ronquera, pérdida del apetito, pérdida de peso, hinchazón en el rostro, dolores de cabeza o dolor en los huesos.

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RIÑÓN

El cáncer de células renales es una enfermedad en la que se encuentran células malignas (cancerosas) en el revestimiento de los túbulos (tubos muy pequeños) del riñón.

FACTORES DE RIESGO

Los factores de riesgo del cáncer de células renales son los siguientes:

Fumar.

No utilizar adecuadamente ciertas medicinas para el dolor durante mucho tiempo, como aquellos que se compran sin receta médica.

Tener ciertas afecciones genéticas, como la enfermedad de von Hippel-Lindau o el carcinoma hereditario de células renales papilares.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Consulte con su médico si se tienen cualquiera de los problemas siguientes:

Sangre en la orina.

Masa en el abdomen.

Dolor a un costado, que no desaparece.

Pérdida del apetito.

Pérdida de peso sin razón conocida.

Anemia.

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ESTÓMAGO

El cáncer de estómago se origina en las células que revisten la capa mucosa y se disemina a las capas externas a medida que crece.

FACTORES DE RIESGO

Los factores de riesgo para el cáncer de estómago incluyen los siguientes aspectos:

Presentar alguna afectación estomacal.

Tener una alimentación con alto contenido de sal, alimentos ahumados, y pocas frutas y verduras.

Comer alimentos que no se prepararon o almacenaron correctamente.

Fumar cigarrillos.

Tener uno de los padres o hermanos que padecieron de cáncer de estómago.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Los síntomas del cáncer de estómago pueden ser:

Indigestión e incomodidad estomacal.

Sensación de hinchazón después de comer.

Náuseas suaves.

Pérdida del apetito.

Acidez estomacal.

Sangre en las heces.

Color amarillento en la piel.

Acumulación de líquidos.

Consulte con su médico si tiene cualquiera de estos problemas.

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PIEL

Existen dos tipos principales de cáncer de piel: cánceres queratinocitos (de las células basales y células escamosas) y melanomas.

FACTORES DE RIESGO

Exposición a la luz ultravioleta (UV).

Tener piel blanca tienen un riesgo mucho mayor.

Envejecimiento.

Los hombres son más propensos que las mujeres a padecer cánceres de piel.

Exposición a ciertos químicos.

Exposición a la radiación.

Historial de cáncer de piel.

Lesiones o inflamaciones graves o prolongadas de la piel.

Tratamiento de la psoriasis.

Sistema inmunitario debilitado.

Infección por virus del papiloma humano (VPH).

Tabaquismo.

DETECCIÓN

Algunos médicos y otros profesionales de la salud incluyen los exámenes de la piel como pate de las revisiones médicas de rutina. Muchos médicos también le recomiendan examinar su propia piel aproximadamente una vez al mes. Examine su piel en una sala bien iluminada frente a un espejo de cuerpo completo. Use un espejo de mano para examinar las áreas que sean difíciles de ver.

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PRÓSTATA

FACTORES DE RIESGO

Es importante tomar en cuenta los siguientes factores para detectar a tiempo cual síntoma o malestar:

Hombres mayores de 45 años.

El riesgo de un hombre es mayor si su padre o hermano tuvo esta enfermedad.

Algunos estudios sugieren que el comer una dieta alta en grasa animal o carne pueden tener un riesgo mayor de presentar cáncer de próstata.

Los hombres que tienen células llamadas neoplasia intraepitelial prostática de alto grado, pueden tener un riesgo mayor de padecer cáncer de próstata.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Micción frecuente.

Flujo miccional débil o interrumpido, o necesidad de hacer fuerza para vaciar la vejiga.

Urgencia para orinar frecuentemente por la noche.

Sangre en la orina.

Sangre en el líquido seminal.

Nueva aparición de disfunción eréctil.

Dolor o ardor al orinar, que es mucho menos frecuente.

Molestias o dolor al estar sentado, causadas por un aumento del tamaño de la próstata.

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COLORECTAL

FACTORES DE RIESGO

En los adultos las probabilidades aumentan después de los 50 años de edad.

Defectos genéticos hereditarios que causan la enfermedad.

Las personas con diabetes tipo 2 (usualmente no dependiente de insulina).

Varios factores relacionados con el estilo de vida.

Inactividad física.

El tabaquismo y consumo excesivo de alcohol.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Si tiene cualquiera de los siguientes debe consultar con su médico:

Cambio en los hábitos de evacuación (diarrea, estreñimiento o excremento) por varios días.

Una sensación de que necesita defecar constante.

Sangrado rectal, heces oscuras o sangre en las heces fecales.

Cólicos o dolor abdominal.

Debilidad y cansancio.

Pérdida inexplicable de peso.

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LEUCEMIA

La leucemia mieloide aguda (LMA) en adultos es un tipo de cáncer de la sangre y la médula ósea por el que se produce, de manera anormal, mieloblastos (un tipo de glóbulo blanco), glóbulos rojos o plaquetas.

FACTORES DE RIESGO

Algunos factores genéticos aumentan el riesgo de desarrollar leucemia, sin embargo, no hay causa genética conocida.

Los factores de riesgo ambientales, como radiación y ciertas sustancias químicas.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Si tiene cualquiera de los siguientes debe consultar con su médico:

Cansancio, piel pálida: la anemia, infecciones y fiebre, sangrado y aparición de hematomas con facilidad, dolor de huesos o de articulaciones, pérdida de apetito y pérdida de peso: tos o dificultad para respirar, dolores de cabeza, convulsiones y vómito.

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CEREBRO

Un tumor cerebral es una masa o un crecimiento de células anormales en el cerebro. Existen muchos tipos diferentes de tumores cerebrales. Algunos tumores cerebrales son no cancerosos (benignos) y otros, cancerosos (malignos).

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Nueva aparición o cambio en el patrón de dolores de cabeza

Dolores de cabeza que gradualmente se vuelven más frecuentes y más intensos

Náuseas o vómitos inexplicables

Problemas de la visión, como visión borrosa, visión doble o pérdida de la visión periférica

Pérdida gradual de la sensibilidad o del movimiento en un brazo o pierna

Problemas de equilibrio

Dificultades del habla

Confusión en asuntos diarios

Cambios en la personalidad o el comportamiento

Convulsiones, especialmente en personas sin historia clínica de convulsiones

Problemas auditivos

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MAMA

El cáncer de mama es un tipo de cáncer que se forma en las células malignas de las mamas. Esta enfermedad ocurre casi por completo en las mujeres, pero los hombres también la pueden padecer.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Un bulto o engrosamiento en la mama que se siente diferente del tejido que la rodea.

Cambio de tamaño, forma o aspecto de una mama.

Cambios en la piel que se encuentra sobre la mama, como formación de hoyuelos.

La inversión reciente del pezón.

Descamación, desprendimiento de la piel, formación de costras y pelado del área pigmentada de la piel que rodea el pezón (areola) o la piel de la mama.

Enrojecimiento o pequeños orificios en la piel que se encuentra sobre tu mama, como la piel de una naranja.

PREVENCIÓN

La mamografía es la técnica utilizada más eficaz para detectar anomalías hasta 2 años antes de que sean palpables.

Autoexploración, acude a tu médico regularmente o si notas alguna anomalía en las mamas.

Lleva hábitos de vida saludables, come sano, realiza ejercicio físico y acude a revisiones periódicas.

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LINFOMA

FACTORES DE RIESGO

Cualquier persona está expuesta a padecer linfomas, aunque afecta con mayor frecuencia a los hombres de entre 15 y 35 años y a las personas de 50 a 70 años.

DETECCIÓN

Hinchazón no dolorosa de los ganglios linfáticos en cuello, abdomen, axilas o ingles.

Fiebre.

Sudoración nocturna.

Fatiga.

Pérdida de peso y apetito.

Dolor de garganta.

Comezón en la piel o erupción cutánea.

Dolor de huesos y articulaciones.

Infecciones frecuentes.

Dolor en el pecho, abdomen o huesos sin razón aparente.

PREVENCIÓN

Hasta hoy, no se sabe exactamente qué es lo que provoca esta enfermedad. Hay personas que tienen más riesgo de desarrollar el linfoma porque presetan otras enfermedades en el sistema inmunológico.

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OVARIO

Tumores ováricos epiteliales benignos

Cualquier persona está expuesta a padecer linfomas, aunque afecta con mayor frecuencia a los hombres de entre 15 y 35 años y a las personas de 50 a 70 años.

La mayoría de los tumores ováricos epiteliales son benignos, no se propagan y generalmente no conducen a enfermedades graves.

Tumores ováricos epiteliales malignos.

Los tumores epiteliales cancerosos reciben el nombre de carcinomas. Aproximadamente de 85 a 90% de los cánceres de ovario son carcinomas ováricos epiteliales.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

El cáncer de ovario puede causar diferentes signos y síntomas en etapas diferentes y tienden a ser persistentes y a representar un cambio de lo que es normal. Algunos de los síntomas más comunes son:

Distensión abdominal (abdomen hinchado).

Dolor abdominal o pélvico.

Dificultad para ingerir alimentos o sensación rápida de llenura al comer.

Síntomas urinarios, tales como urgencia (sensación constante de tener que orinar) o frecuencia (tener que orinar a menudo).

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Preguntas frecuentes

El término cáncer se refiere a un grupo de más de cien enfermedades en las cuales las células en una parte del cuerpo comienzan a crecer sin control. Existen muchos tipos de cáncer, originados por este crecimiento anormal, y sin control de las células. Los cánceres que no se someten a tratamiento pueden causar graves enfermedades e incluso la muerte.
Existen muchos tipos de cáncer, pero todos comienzan debido al crecimiento sin control de células anormales. El hecho de que crezcan sin control e invadan otros tejidos es lo que hace que una célula sea cancerosa.
Las células se transforman en células cancerosas debido una alteración en el AND. En una célula normal, cuando se altera el ADN, la célula repara el daño o muere. Por el contrario, en las células cancerosas el ADN dañado no se repara, y la célula no muere como debería. En lugar de esto, esta célula persiste en producir nuevas células que el cuerpo no necesita. Todas estas células nuevas tendrán el mismo ADN dañado que tuvo la primera célula.
Las personas pueden heredar un ADN dañado, pero la mayoría de las alteraciones del ADN son causadas por errores que ocurren durante la reproducción de una célula normal o por algún otro factor del ambiente. Algunas veces, la causa del daño al ADN es algo obvio, como el fumar cigarrillos. No obstante, es frecuente que no se encuentre una causa clara.
Las células cancerosas a menudo se trasladan a otras partes del organismo donde comienzan a crecer y a formar tumores que remplazan al tejido normal. A este proceso se le llama metástasis. Ocurre cuando las células cancerosas entran al torrente sanguíneo o a los vasos linfáticos de nuestro organismo.
Independientemente del lugar hacia el cual se propague el cáncer, siempre se le da el nombre del lugar donde se originó. Por ejemplo, el cáncer de seno que se propagó al hígado sigue siendo cáncer de seno y no cáncer de hígado. Asimismo, al cáncer de próstata que se propagó a los huesos se le llama cáncer de próstata metastásico y no cáncer de huesos.
Los diferentes tipos de cáncer se pueden comportar de manera muy distinta. Por ejemplo, el cáncer de pulmón y el cáncer de seno son dos enfermedades muy diferentes. Crecen a velocidades distintas y responden a distintos tratamientos. Esta es la razón por la cual las personas con cáncer necesitan un tratamiento dirigido a su tipo de cáncer en específico.
En la actualidad, millones de personas están viviendo con cáncer o han padecido cáncer. El riesgo de padecer la mayoría de los tipos de cáncer se puede reducir mediante cambios en el estilo de vida de la persona, por ejemplo, evitar el tabaco, limitar el tiempo de exposición al sol, hacer ejercicio, mantener un peso saludable, limitar el consumo de alcohol y tener una alimentación sana.
Mientras más temprano se detecte el cáncer y más rápido comience el tratamiento, mejores serán las probabilidades de que el paciente viva por muchos años.
Hábitos de las personas
Algunos cánceres son ocasionados por los hábitos de las personas o por cosas a las que se exponen ellas mismas. Por ejemplo, fumar puede causar cánceres de pulmón, boca, garganta, riñón y vejiga, entre varios otros órganos. Por supuesto que no todas las personas que fuman padecerán cáncer, pero el fumar aumenta la probabilidad de que la persona desarrolle cáncer, así como la probabilidad de enfermedades cardiacas y de los vasos sanguíneos. Asimismo, demasiada exposición a los rayos solares sin protección puede causar cáncer de piel. El melanoma es una forma de cáncer de piel muy grave que se asocia a la exposición de la luz solar y de las cabinas bronceadoras.

Otros factores a los que la gente se expone
La radiación puede causar cáncer. Por ejemplo, las personas expuestas a un escape de radiación (también conocido como lluvia radiactiva) tienen un riesgo mayor de cáncer que aquellas personas que no fueron expuestas. Además, ciertos químicos han sido asociados al cáncer. La exposición a estos químicos o trabajar con ellos puede aumentar el riesgo de una persona de padecer cáncer. Conoce más (link): Known and Probable Human Carcinogens.

Genes familiares
Otros factores a los que la gente se expone
De cada 20 casos de cáncer, alrededor de uno está asociado con genes que han sido heredados por los padres.
La realidad es que las caídas, los moretones, las fracturas de hueso u otras lesiones no han estado asociadas con el cáncer. Podría ser que a veces una persona consulte con su médico por algo que considera que sea una lesión y se descubra en ese momento el cáncer, pero la lesión no causó el cáncer; el cáncer ya existía.
En raras ocasiones, las cicatrices por quemadura pueden ser el sitio en el que se desarrolle cáncer muchos años después de que la quemadura haya sanado. La mayoría de las veces el cáncer de piel es el tipo de cáncer que comienza en una cicatriz por quemadura.
Se ha hecho mucha investigación para ver si hay alguna conexión entre la personalidad, el estrés y el cáncer. No hay evidencia científica que demuestre que la personalidad o perspectiva de una persona puede afectar el riesgo de cáncer.
Existen muchos factores que analizar en la relación entre el cáncer y el estrés. Se sabe que el estrés afecta el sistema inmunológico, como también muchos otros factores pueden afectar. A pesar de muchos estudios, la relación entre el estrés psicológico y el cáncer no se ha demostrado.
En el pasado, las personas a menudo se mantenían alejadas de alguien que padecía de cáncer, porque tenían miedo de "contagiarse". Pero el cáncer no es como la influenza (gripe) o un resfriado; usted no puede "contagiarse" de alguien que ya lo tiene. Usted no se contagiará de cáncer si permanece cerca o toca a alguien con cáncer. No tenga miedo de visitar a alguien con cáncer; ellos necesitan su apoyo y el de sus familiares y amistades.
Conoce más: ¿Es contagioso el cáncer?
No existe una manera segura de prevenir el cáncer, aunque usted puede tomar medidas que podrían reducir sus probabilidades de padecerlo.
  • Evitar el tabaco. Fumar causa daño a casi todo órgano en el cuerpo humano y representa alrededor del 30% de todas las muertes por cáncer.
  • El consumo de alcohol también está asociado a un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer. En general, es la cantidad de alcohol que se consume con el paso del tiempo, no el tipo de bebida, lo que parece ser el factor más importante en aumentar el riesgo de cáncer. Conoce más: Alcohol Use and Cancer.
  • Reducir el efecto de los rayos ultravioleta (UV) y luz solar:
    • Evita la exposición al sol entre las horas de 10 a.m. y 4 p.m.
    • Usa un sombrero, camisa y gafas oscuras al estar bajo el sol.
    • Usa crema de protección solar con un factor de protección (SPF) de 15 o más.
    • No usa cabinas y lámparas de bronceado
  • Sabemos que la alimentación tiene conexión con ciertos tipos de cáncer, aunque las razones exactas no están muy claras todavía. La mejor información que tenemos sugiere un riesgo menor de cáncer en las personas que:
    • Comen muchas frutas y verduras o vegetales frescos (al menos 2½ tazas al día).
    • Optan por cereales integrales, en vez de cereales refinados y azúcares.
    • Limitan las carnes rojas (res, cerdo y cordero).
    • Limitan las carnes procesadas (tal como tocino, carnes preparadas y perros calientes).
    • Consumen alimentos en cantidades que ayudan a lograr y a mantener un peso saludable.
  • Vacunas que reducen el riesgo de cáncer. Ahora sabemos que las infecciones, principalmente por virus, causan algunos cánceres. Existen dos vacunas para ayudar a prevenir las infecciones con VPH de modo que deberían ayudar a prevenir los cánceres causados por este virus. La Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda estas vacunas para niñas de 11 y 12 años, aunque se pueden administrar a las niñas y a los niños tan pronto como a los 9 años.
  • Para la detección temprana del cáncer, mientras se encuentra pequeño y antes de que se propague. Estos exámenes ayudan a los médicos a encontrar cánceres comunes antes de que causen síntomas. Hable con su doctor sobre cuáles pruebas de detección podrían ser las adecuados para usted. Si se encuentra el cáncer temprano, se puede tratar más fácilmente. Además, la supervivencia suele ser mayor para aquellas personas con cáncer en etapa inicial.
    Conoce más: Guías de la Sociedad Americana Contra El Cáncer para la detección temprana del cáncer.
Hoy día, más de 13 millones de personas en los Estados Unidos han padecido algún tipo de cáncer y continúan vivas. Algunas de estas personas ya no tienen cáncer; mientras que otras todavía padecen la enfermedad.
En años pasados, la mayoría de las personas que tenían cáncer no vivían mucho tiempo, pero esto ya no es así. Cada año, más y más personas sobreviven al cáncer. Este es especialmente el caso para los niños con cáncer y aquellos cuyos cánceres fueron encontrados temprano, antes de que su propagación.
Algunos tipos de cáncer crecen muy despacio. Algunos responden al tratamiento muy bien. Otros se desarrollan y se propagan más rápidamente, siendo más difíciles de tratar. Si usted conoce a alguien que padece de cáncer, recuerde que lo que le sucede a esa persona puede ser muy diferente a lo que le sucede a otra con otro tipo de cáncer.
Si su médico sospecha que usted tiene cáncer probablemente necesitará más pruebas, tal como radiografías, análisis de sangre, o una biopsia. En la mayoría de los casos, la única manera de asegurarse si se trata de cáncer o no es mediante una biopsia. Para realizar una biopsia se extrae un fragmento de la protuberancia o el área anormal y se envía a un laboratorio.
Asimismo, los análisis de sangre pueden proveer a los médicos información sobre su estado de salud general, cuán bien están sus órganos funcionando e información sobre cánceres de la sangre.
Los tres tipos principales de tratamiento contra el cáncer son cirugía, quimioterapia y radioterapia. Una persona con cáncer puede que reciba cualquiera o todos estos tratamientos.

Cirugía
La cirugía es a menudo la primera opción de tratamiento si el cáncer es un tumor que se puede extirpar del cuerpo. A veces sólo se puede extraer parte del cáncer. Antes o después de la cirugía, se puede usar radiación o quimioterapia para reducir el cáncer.
Conoce más: Cirugía para el cáncer: una guía para los pacientes y sus familias.

Quimioterapia
Los médicos usan medicamentos de quimioterapia o “quimio” para combatir las células cancerosas. Generalmente los medicamentos se dan por la boca o por vía intravenosa. Los medicamentos entonces viajan por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo, y alcanzan las células cancerosas que se hayan propagado (metástasis) desde el tumor.
Conoce más: Quimioterapia: una guía para los pacientes y sus familias

Radioterapia
La radioterapia es un tratamiento que usa rayos de alta energía (como los rayos X) para eliminar o encoger las células del cáncer. La radiación puede provenir de fuera del cuerpo (radiación externa) o de materiales radiactivos colocados en el tumor (radiación interna o implante). El tratamiento con radiación externa es muy similar a someterse a una radiografía. No causa dolor, pero puede causar efectos secundarios.
Conoce más: Radioterapia: una guía para los pacientes y sus familias.

Otros tipos de tratamiento contra el cáncer
Otros tipos de tratamiento de los que tal vez escuche hablar son la terapia hormonal, el trasplante de médula ósea o de células madre y la inmunoterapia. La terapia hormonal se usa algunas veces en el tratamiento de ciertos cánceres de próstata y seno. La inmunoterapia es un tratamiento diseñado para incrementar la función del sistema inmunológico del paciente y ayudar a combatir el cáncer.
El tipo de tratamiento que recibe una persona dependerá del tipo y la etapa (extensión) en que se encuentre el cáncer, la edad del paciente, el historial médico y su estado general de salud. Cada medicamento o plan de tratamiento tiene efectos secundarios diferentes. Es difícil predecir qué efectos secundarios un paciente pudiera tener, incluso cuando los pacientes reciben un mismo tratamiento.
Los efectos secundarios a corto plazo de la quimioterapia (a menudo tratables), pueden incluir náuseas y vómitos, falta de apetito, pérdida del cabello y llagas en la boca. Debido a que la quimioterapia puede dañar las células hematopoyéticas de la médula ósea, es posible que los pacientes presentan recuentos bajos de células sanguíneas. Esto puede ocasionar:

  • Aumento del riesgo de infecciones (debido a la escasez de glóbulos blancos).
  • Sangrado o hematomas después de pequeñas cortaduras o lesiones menores (por la disminución de las plaquetas).
  • Anemia (a causa de un recuento bajo de glóbulos rojos), lo cual puede causar cansancio, falta de respiración, piel pálida, entre otros síntomas.
Los equipos de atención contra el cáncer deben colaborar estrechamente con el paciente para controlar los efectos secundarios de la quimioterapia.
El tratamiento con radiación es similar a tomarse radiografías y no causa dolor. Los más comunes son la irritación de la piel y el cansancio. Dicho cansancio es una sensación de agotamiento extremo y poca energía que no se alivia con descanso. Resulta común especialmente cuando los tratamientos duran muchas semanas.
Esto es una creencia de que puede ser peligroso para muchas personas. Al creer esto, puede que las personas no reciban el tratamiento que les puede salvar sus vidas.
Además, es cierto que la quimioterapia, la radiación y la cirugía pueden causar síntomas desagradables. Sin embargo, los efectos secundarios desaparecen tras el tratamiento y éste puede salvar las vidas de muchas personas.
En caso de no recibir tratamiento los síntomas más graves comienzan a surgir, puede que el tratamiento curativo no sea una opción. El cáncer que no es tratado causa la muerte cuando invade los órganos vitales, al interferir con las funciones del cuerpo que son necesarias para vivir.
En contraste, el tratamiento contra el cáncer puede ser algo a corto plazo y a menudo salva vidas (especialmente cuando el cáncer se detecta y trata temprano). Incluso en los casos cuando no puede curar el cáncer, el tratamiento a menudo puede prolongar la vida. Además, la atención médica siempre puede ser usada para aliviar los malestares en una persona al reducir su dolor y otros síntomas. Y recuerde que cada año surgen avances en los tratamientos contra el cáncer.
Usted puede leer muchos de estos materiales en línea en www.cancer.org o usted puede ordenar copias sin costo si llama a nuestra línea telefónica gratuita 1-800-227-2345.

Mielofibrosis

  RUTA INTEGRAL DEL PACIENTE CON MIELOFIBROSIS

La mielofibrosis es un cáncer en la sangre que se caracteriza por la presencia de tejido fibroso en la médula ósea1. Cuando la médula ósea se cicatriza, produce demasiados glóbulos blancos anormales y plaquetas. Cuando la enfermedad avanza y la fibrosis se incrementa2, las células sanguíneas comienzan a disminuir, lo cual hace que se presente anemia, problemas de sangrado y un riesgo más alto de infecciones.
El promedio de supervivencia en pacientes diagnosticados depende de qué tan avanzada esté la enfermedad, y se encuentra entre los 3.5 a 5.5 años, sin embargo, gracias a nuevos tratamientos, la calidad de vida ha mejorado y la supervivencia se ha prolongado.3
Se desconocen las causas de la mielofibrosis por lo que tampoco se conocen factores de riesgo.
La mielofibrosis es una enfermedad rara o de baja prevalencia, que afecta tanto a hombres como a mujeres y generalmente se diagnostica en personas mayores a los 50 años. Es un poco más frecuente en hombres y muy ocasionalmente se diagnostican casos en la infancia y pocos en jóvenes.
La mielofibrosis ocurre cuando existe una mutación genética en las células madre de la médula ósea, aquellas que producen glóbulos rojos (células que transportan oxígeno), glóbulos blancos (células de la defensa) y plaquetas (células que inician el proceso de coagulación) en la sangre. Aproximadamente el 50% de las personas con mielofibrosis, presentan una mutación (un cambio en su ADN) 4. Cuando la médula ósea no puede producir suficientes células sanguíneas sanas, el resultado puede ser una anemia grave, debilidad, dolor en los huesos, fatiga y aumento del riesgo de contraer infecciones.
Generalmente se desarrolla lentamente; existen pacientes que no presentan síntomas en las primeras etapas y pueden vivir así durante años
Los principales síntomas son:
  • Cansancio o fatiga
  • Aumento de tamaño del bazo = produce molestias abdominales, sensación de llenura, falta de apetito 
  • Pérdida de peso
  • Anemia, piel pálida
  • Sangrados, hematomas/moretones en las piernas
  • Dolor óseo
  • Sudoraciones nocturnas
  • Dificultad para respirar
  • Aumento de la probabilidad de contraer infecciones
  • Prurito (comezón generalizada)
Debido a que la mielofibrosis es una enfermedad en la sangre es preciso recibir atención médica de un hematólogo, quien es el especialista en enfermedades de la sangre y de la médula ósea.
Las pruebas para su diagnóstico son 5:
  • Hemograma completo
  • Conteo sanguíneo completo (CSC) con frotis de sangre para verificar los diferentes tipos de células sanguíneas
  • Nivel de daño tisular (nivel de la enzima DHL)
  • Aspirado de médula ósea. Para valorar el grado de fibrosis
  • Se deben efectuar estudios citogenéticos y moleculares para detectar mutación en el gen JAK2, pues ésta se observa en el 50 a 60% de los pacientes y sirve para confirmar el diagnóstico.
Existen diferentes tipos de tratamiento para los pacientes con mielofibrosis como terapias dirigidas y específicas, quimioterapia oral, radioterapia, transfusiones de sangre, inmunomoduladores e inclusive trasplante de médula ósea de un donador compatible.
Es importante saber que cada tratamiento dependerá del estado y salud del paciente, por lo que es necesario consultar con el médico recomendaciones para conocer las opciones disponibles y acceder a un tratamiento adecuado y personalizado.
Los efectos secundarios dependerán de muchos factores incluyendo el tipo de tratamiento, dosis, la edad del paciente y los problemas médicos coexistentes. La terapia puede inducir fatiga, náuseas, fiebre, escalofríos, mareos, neuropatía periférica (cosquilleo, ardor, adormecimiento o dolor en las manos o los pies), caída temporal del cabello y otros efectos secundarios.6 Es importante controlar los efectos secundarios, si tiene alguna preocupación en cuanto a los efectos secundarios, hable con su médico para obtener ayuda.
  • Ficha técnica Ruxolitinib. Novartis. Consultado el 30 de agosto de 2021.
  • Instituto Nacional del Cáncer (NIH). Neoplastia mieloproliferativa. Disponible en: www.cancer.gov Consultado el 30 de agosto de 2021.
  • Leukemia & Lymphoma Society. Información sobre la Mielofibrosis. Disponible en: www.lls.org Consultado el 13 de agosto de 2021.
  • Spotlight On MPN. Your Guide to Myelofribosis. Consultada el 20 de septiembre de 2021.
  • Mayo Clininc. Atención al paciente e información clínica Mielofibrosis. Disponible en: www.mayoclinic.org Consultado el 13 de agosto de 2021.
  • Instituto Nacional del Cáncer (NIH). Tratamiento de las neoplastias mieloproliferativas crónicas versión para pacientes. Disponible en: www.cancer.gov. Consultado el 16 de agosto de 2021.

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